
¿Quién no se ha sentido así alguna vez?
Que tire la primera piedra! jejeje
Qué difícil a veces aceptar un cambio, una variable en nuestra rutina, una pérdida…
Si nos paramos a pensar el tiempo dedicado a un problema, a un cambio que no aceptamos en un principio, a una variable. Esos dolores de cabeza, ese darle vueltas al asunto que , en ocasiones, está fuera de nuestra mano el solucionarlo. Una vez pasado el tiempo, desde la distancia, piensas, ¿fue tan importante? Y te das cuenta, sobreviviste.
Otras variables aparecieron, otras soluciones se dieron, otro sustitutivo apareció, el tiempo suavizó la herida y ahí está la nueva flor, el nuevo asunto, la nueva vida…
Porque detrás de una pérdida, hay una ganancia, una nueva oportunidad…
El baja la cabeza con tristeza, perdió el globo y, ahí está, descubrió la flor.

Ahora coge ese sueño, esa nueva idea, proyecto, ilusión, persona, respira y vive. VUELA!
Porque la vida son eso, ilusiones, momentos, ideas, personas y están aquí, AHORA.
El resto, ya pasó, aprendiste. Ahora, fíjate en la flor.
En realidad, es simple.