Suena el teléfono.
- ¿Poesía en Piedra?
- Si, dígame…
- ¿Es ahí donde hacen cuadros con piedras?
- Si, si… encantada!
- …
Y así es una de las maneras en las que vuestra experiencia comienza.
A veces es por teléfono, otras por mail, muchas por WhatsApp y otras por el formulario de la web.
Lo siguiente, recibir una preciosa historia a plasmar, en la que transmitir un contenido, la mayoría de las veces, único y especial, muy especial.
Ajustando al minimalismo a veces mucho, a veces algo más elaborado, pero que hacen del cuadro una vibración única y emocionante, positiva y que perdurará en el tiempo acompañando la misma historia real.
- Me encanta!
- Gracias…
- Hemos llorado de emoción.
- A veces es necesario, llorar y sacar para que volvamos a fluir.
- Gracias de nuevo. Abrir la caja, ha sido maravilloso… Toda una experiencia, precioso.
- A ti, sin vosotros, no sería posible.
Y así acaba un encargo y así lo recibís… realizado con mimo, embalado con cariño y aromatizado para que el momento sea, único y viváis una experiencia, Poesía en Piedra.
Gracias, gracias, gracias!