Y si quieres, de la tuya.
Ese fue mi propósito cuando comenzó el verano, lo que decreté y el comienzo de casi todo en esta vida, proponérselo.
Quizás porque soy hacedora de sueños, arquitecta de emociones o diseñadora de vidas, calificativos de mí gente cercana y querida, que me siguen sonrojando, así lo veo, así lo hago.
Enfocada estoy en ello y sabéis, se está cumpliendo y esto solo acaba de empezar, como lo hizo en su día el verano, mi estación favorita del año. La etapa en la que, a lo largo de mi vida, más cambios se han concentrado y en la que también celebro mi cumpleaños.
Sí, soy una «leoncita» rodeada de su familia y amigos del alma a los que cuida y cuidan. Reciprocidad.
Fueron otros tiempos en los que el enfoque, quizás no fue el adecuado, o quizás si, y estuve en el momento que tenía que estar para aprender, siempre aprendiendo. Es un proceso y mi vida tiende ha ser así, puro aprendizaje.
Aprendiza de todo, maestra de nada.
El verano empieza a dar sus últimos coletazos y se han sucedido acontecimientos que llevaban postergados demasiado tiempo, situaciones que han pasado a formar parte de una lista y que una a una, sucedan o no, y cómo se den, serán perfectas.
Mirar el pasado, imaginando lo fabulosa que sería nuestra vida si tuviéramos algo en concreto, quedarnos en la ensoñación y no ejecutar en el presente, es inadecuado.
Sueña grande y trabaja en tus sueños para hacerlos realidad, tenemos el poder.
Así fue un trocito de conversación un fin de semana ya pasado, con unos clientes y así comenzó también en su día, este proyecto de emociones y pasiones, Poesía en Piedra, hace ya cuatro años, soñando.
El secreto para mí, acción – reacción y hacer que las cosas sucedan. Visualizarlas, provocarlas.
Entendiendo que la vida son etapas en las que vamos evolucionando, física y emocionalmente, de crecimiento, de reposo, de bajada, vuelta a crecer, vuelta a bajar, vuelta a subir, y que el ciclo comienza de nuevo, entendido esto, sigamos…
Si estamos dispuestos a comprender esto y aceptarlo, es más fácil. Aprendes que cada etapa tiene un principio, un desarrollo y la aceptación de que posiblemente, un final y que este no tiene por qué ser malo, simplemente es distinto y que nos traerá situaciones nuevas, diferentes, a las que no hay que tenerles miedo. Hay que seguir, hacerlo y sobre todo, trascenderlo y vivir.
Soñar no te hará ningún bien, si olvidas vivir.
J.K. Rowling
Si por mi experiencia en algo que ya he probado, os puedo ayudar, es que hay que soñar, hay que vivir, hay que ponerse metas, agendarlas e ir tachando lo que se vaya ejecutando. Una buena opción es hacer una lista, pero de las de papel, de las de tener a la vista, para que nuestro cerebro la vea y nosotros lo sintamos así, que se puede.
Ir tachando y descargarnos de las tareas, objetivos o sueños realizados, pasar a lo siguiente, y vuelta a empezar.
De mi lista, algunas os las comparto y de estas, algunas ya las he tachado, las demás se van a dar este verano, el mejor verano de mi vida o, quizás será ya en otoño pero serán.
· Vivir donde ahora mismo quiero
· Aprender a decir NO
· Vivir de mi pasión.
· Desayunar cada mañana agradeciendo, todo.
· Sacar una nueva marca comercial paralela a Poesía en Piedra 😉
· Hacer el Camino de Santiago (Pendiente desde los 18 años)
· Viajar Sola
· Conocer Cádiz
· Disfrutar de la costa de Gerona
· Organizar una temporada en el Norte de España
· Producir nuevas láminas – Nuevo catálogo – Nueva Exposición
Llega Septiembre, llegarán las grandes ferias y nos volveremos a ver.
¡Que ganas tengo, y de que me contéis, y de celebrar, y de agendar nuevos propósitos, metas y sueños, y por supuesto, ejecutar!
Todo esto mientras me contáis vuestros relatos y plasmo vuestros sueños, vuestras pasiones, agradecimientos o aficiones. Porque hacer vuestros micro relatos realidad, es mi compromiso vital.
Otoño me traerá también un máster que en su momento se suspendió y retomaré.
Algo que en su día me disgustó y que, sin embargo, el tiempo me ha demostrado que fue para bien.
Pocas cosas más tengo apuntadas, le dejo al libre albedrio el resto y seguiré soñando y apuntando.
Que la vida nos dé lo que nos merezcamos y tengamos presente que si nuestros propósitos, pensamientos y actos están alineados, todo fluye.
Hoy sigo aprendiendo de la vida, de los que me rodean, de las experiencias y por supuesto, de vosotros. He pasado el mejor verano de mi vida, listando, realizando y tachando objetivos. Me ha dado tiempo a todo pero sobre todo, he disfrutado cada instante, como si fuera el último. Otro fundamento que os comparto.
Viví y me respiré mi ciudad, mis viajes, mi playa y Galicia al máximo. Celebré y brindé con mis amig@s, cada vez que los veía, como si no nos fuéramos a volver a ver, juas! Hice kilómetros de ida y vuelta al mar, cada vez que el cuerpo me lo pedía. Exploré nuevas técnicas y plasmé nuevas emociones que os ofreceré este otoño. Disfruté, lloré, reí, viví…
Hoy puedo también deciros, al fin, mi estado civil: FLORECIENDO
Gracias, gracias, gracias.
Sin vosotros no sería posible.