Frida Kahlo (1907-1954) se nos presenta como una figura compleja, interesante, emocionante, personal y, sobre todo, universal.
Su obra refleja su vida, sus dolencias, su tormentoso matrimonio con Diego Rivera, sus ideales comunistas y su personal concepción de la mujer.
La artista mexicana fue una mujer apasionada que vivió con intensidad, tanto las desgracias como las alegrías que le deparó el destino. Por ello, la pintura de Kahlo es fiesta, color, sangre y vida.
Admirada por muchos no solo por su pintura sino por su fuerte personalidad, su vida nos descubre un mundo de sentimientos y un ejemplo de perseverancia y hoy en día, está considerada como un auténtico icono feminista y la máxima representante del arte mexicano del siglo XX.
La pintora mexicana recorrió en su corta vida un camino lleno de pasiones y también desilusiones, lo que la llevó a ser una mujer controvertida para su tiempo y, para muchos, un ejemplo de fortaleza.
Una ventana abierta a lo que sintió y a cómo transformó su sufrimiento en arte.
Desde Poesía en Piedra homenajeamos a esta gran mujer, sus cicatrices a veces talladas de manera natural en las piedras escogidas e ilustramos con acuarela su fuerza, coraje y valor, con mucho arte.
Unas delicadas piezas de cristal de mar, rematan sus pendientes, otorgándole a la obra un aire más rotundo.
Que la próxima vez que veas una piedra, no sea un tropiezo, más bien una posibilidad.
Perseverancia es algo que nos define, una constante en nuestra vida, tropiezos que se convierten en enseñanzas, piedras que se transforman en oportunidad.