Conocer la historia de Theo es emocionarse.
Tener la posibilidad de compartir tiempo con sus padres y escuchar sus vivencias es… enriquecedor.
Escuchar de primera mano su lucha, su esfuerzo, su entrega, generosidad, valentías y miedos, te deja con la sensación de que vivir una situación así te eleva y te hace, especial.
Cuando tienes la ocasión de hablar con ellos, cara a cara, de pasar tiempo hablando de lo divino o terrenal, de lo urgente o importante, te das cuenta que la vida es una enseñanza, de que casi todo es por algo y para algo, y de que solo entendiéndolo así, conseguimos serenidad ante los hechos.
Los padres de Theo son dos personas maravillosas, de gran corazón y es que este niño de alma pura, supo elegir a sus papás. Esa fue la frase conversando con Carolina, su madre, que más me impactó.
Conocer a Theo por Cuti, su padre, es que los pies empiecen a marcar el ritmo de alguna de sus canciones. Ver a Theo a través de los ojos de su madre, Calu, como cariñosamente se la conoce, es sublime. Como dice una parte de la letra de la canción: «Mi madre es bella como una estrella/mi padre es una estrella del rock…/o eso él se cree, pobre diablo/para mí es el mejor».
Una terraza en un parque de Zaragoza, un mediodía soleado, dos mujeres con ganas de compartir y acabar la tarde dándonos cuenta de que habían pasado cinco horas, una comida y cuatro cafés así, como si nada, y que nos llevó a que ambas dos, nos fundiéramos en un abrazo de amor y respeto mutuo.
Hace un par de semanas, estos padres coraje, entre otras muchas acciones que han llevado a cabo, lanzaron un single, edición limitada en vinilo, de la conocida canción de su padre, Cuti Vericad, «Las Aventuras del Astronauta Theo» que, por favor, no dejéis de escuchar. Los vellos se erizan.
Los beneficios de la venta del mismo, serán donados al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, para investigación, para desarrollo, para lo que necesiten. Ellos quieren aportar su granito de arena y devolverles con suma gratitud, todo el trabajo, esfuerzo y amor recibido por los grandes profesionales que allí trabajan. Allí lucharon por un niño que quiso nacer rápido, que tenía tanta prisa por venir, que fue prematuro y que desde entonces, ha sido un ir y venir de experiencias.
Que pronto descubrirían que era aún más especial, ya que Theo tiene TEA y cada día, sigue siendo una aventura que ellos surfean de la mejor de las maneras, con el timón del amor.
Esa entrega, ese amor, había que plasmarlo en piedra, en un cuadro de Poesía en Piedra, como todo lo que aporta emoción. Representar a Theo como astronauta, enganchado a la vida gracias al amor de sus padres y al gran equipo de profesionales que lo arropan, fue intentar devolverles el detalle a ellos, por compartir su experiencia vital y darle sentido a situaciones, que a veces nos es difícil asimilar, con su ejemplo.
Carolina es dulzura, fuerza, explosión, vitalidad y energía, educación y amor.
Es una mujer con la que si tienes la fortuna de «conectar», suma, siempre.
Mujer, esposa, madre, fisioterapeuta, buena oyente, buena conversadora y si la escuchas con atención, una maestra.
Ver sus ojitos (realmente son ojazos) al recibir la obra, que colgará en una de las paredes de la habitación del pequeño Theo y sonreírnos de emoción, ese brilli-brilli en su mirada, eso es Poesía en Piedra.
Querida Calu, la próxima vez, prometo llevar una grabadora.
En esta ocasión, solo agradecer nuestra amistad, brindar por ella, por ti, emocionar con tu vida, con tus pasiones, con tus sueños premonitorios, con el arrojo por tu pareja, con el amor incondicional que emana de los poros de tu piel brasileña por tu hijo, hacia tu familia, tus amigos… por la vida.
Es una suerte contar contigo.
Y sí amiga, lo decimos poco, como hablamos, solo a unos escogidos, pero a ti, Te Quiero.